domingo, 6 de diciembre de 2009

Entrevista a Alex Kapranos antes del concierto en Barcelona



En esta entrevista se hace un breve recuento de la carrera de FF. Mencionan que en su primer concierto en Barcelona, el año 2003 hubo sólo 40 personas!!!. Alex hace incapié que siempre quizo hacer "rock sucio bailable" (vaya que lo lograron), reconociendo que en los inicios estaba claro que no tenían competencia en dicho ámbito musical.

Lo más resaltante de la nota es la mención que hace Alex respecto a la presión que tienen los grupos en la actualidad de girar más y tener menos tiempo para enfocarse en componer. Esto ya que no se está generando dinero con la venta de discos (será por eso que ahora más grupos pisan suelo peruano???) dándole énfasis adicionalmente a que "las giras largas te aniquilan".

Aquí la entrevista realizada por elPeriódico.com de España.

http://staging.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=667443&idseccio_PK=1013&h=

Alex Kapranos: «Una gira de 18 meses aniquila la creatividad»

• Mañana, el cuarteto de Glasgow presentará su tercer disco, ‘Tonight’, el primero que no ha sido elogiado unánimemente.

–¿Recuerda su primer concierto en Barcelona? Fue en diciembre del 2003 y apenas había 40 personas.

–Por supuesto. Fue nuestro primer viaje a España, antes incluso de editar el primer disco. Yo alucinaba: tenía un grupo, podía pasar unos días en España... No me preocupó que solo hubiese 40 personas. Pensé: «¿40 personas han venido tan pronto solo para oírnos a nosotros? ¡Genial!».

–¿Cuándo sintió que Franz Ferdinand, a diferencia de otros grupos en los que ha estado, sería lo suficientemente especial como para triunfar y que no acabarían separándose al cabo de dos o tres años?

–Fueron dos momentos distintos. Hubo un momento en que pensé que éramos realmente buenos y otro en que sentí que íbamos a tener éxito. Lo primero ocurrió muy al principio, cuando Paul y Nick intercambiaron sus puestos en el grupo: Nick cogió la guitarra y los teclados y Paul se sentó a la batería. Paul era malísimo con la guitarra y Nick apenas sabía tocar la batería. Solo con ese cambio pasamos de ser una banda torpe a tener un sonido realmente excitante. Fue un momento inolvidable.

–¿Y cuándo intuyó que triunfarían?

–Lo recuerdo perfectamente. Iba por la calle, en Leeds, y pasó una persona silbando una canción nuestra. Acabábamos de editar el primer disco.

–Durante estos años, ¿no ha tenido la sensación de que con sus dos primeros discos todo les ha ido de cara? Han tocado mucho, pero parece que nacieran en el momento adecuado, en la discográfica adecuada, con las canciones adecuadas...

-Cuando formamos el grupo queríamos hacer una música muy distinta a la que nos rodeaba. Al menos en Inglaterra no había nadie con un sonido de rock sucio y que, al mismo tiempo, crease ritmos bailables. Éramos únicos y, en ese sentido, fue fácil: no teníamos competencia. Entre el 2005 y el 2007 hubo un boom de grupos que sonaban igual y nuestro estilo pasó a ser algo muy común. Ahora, en cambio, se llevan más las cantantes con sintetizadores y las cosas empiezan a ser difíciles para nosotros. Dicen que hacemos una música que estaba de moda hace cinco años.

–Seguro que de joven leyó en las revistas que lo más complicado no es llamar la atención con el primer disco sino mantener el interés en el tercero. ¿Se siente víctima del tópico?

–Todos los grupos tienen altibajos y es normal recibir más elogios en unas épocas que en otras. Ya no recordamos que la crítica destrozó a los Beatles cuando editaron Magical Mystery Band y que con The White Album todo volvió a la normalidad. Los críticos apoyan y abandonan a los grupos constantemente. Es algo a lo que no hay que prestar demasiada atención. De hecho, creo que este tercer disco es el mejor que hemos grabado. Aunque el clima actual no sea propicio para un álbum así, con la perspectiva del tiempo, pongamos dentro de 15 años, creo que se valorará muchísimo más.

–El promotor que los trae de gira a España me comentaba que hoy los grupos crecen mucho más rápido que en los años 90. Con un tercer disco ya llenan grandes pabellones.

–Pues yo el otro día le comentaba a mi mánager lo bien que me parece que hoy un grupo como los Pixies reciba tanta atención. A finales de los 80 no era nada agradable tener un grupo y salir de gira. Nadie llenaba los conciertos. A mediados de los 90 la gente volvió a ir, pero a final de década estuve haciendo un posgrado en la universidad y me horrorizaba ver que casi ningún estudiante iba a conciertos. En los últimos tiempos ha mejorado mucho, pero empiezo a notar que decrece de nuevo el interés por la música en vivo. Son ciclos.

–La parte negativa del interés actual por la música en directo es que los grupos pasan más tiempo en los escenarios que componiendo. ¿Estas giras de 18 meses no pueden aniquilar la creatividad de un grupo?

–Seguramente con esta respuesta estoy lanzando piedras sobre mi tejado pero estoy totalmente de acuerdo. Si observas la carrera de un grupo como The Smiths verás que grabaron un disco al año, y a veces más. Eso fue así porque solo tocaban dos o tres semanas en Inglaterra, hacían un par de fechas más por Europa y volvían a casa a componer otro disco. La mayoría de bandas de nuestra época ya no tenemos esta opción. Y la cosa va a peor. Apenas se genera dinero con la venta de discos, así que el único modo de pagar las facturas es salir de gira. La tendencia actual es que los grupos cada vez tengamos menos tiempo para crear y eso es malo. Yo soy de los que siempre presiona para volver cuanto antes. Y no se trata solo de ir al estudio sino de tener tiempo libre porque las giras te aniquilan. La mayoría de canciones se te ocurren cuando vuelves a casa.

–¿Qué hizo usted de vacaciones?

–Acabar una gira es como subir a la superficie tras haber estado buceando. Es necesario hacer una descompresión. Fui a Vancouver y produje el anterior disco de The Cribs. Luego descansé un tiempo en Nueva York.

–¿Y el resto de la banda?

–No lo sé. No les he preguntado.

–¿Se pasan año y medio juntos y no les pregunta dónde han estado?

–Mmm... No. Es su vida.

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